domingo, 17 de junio de 2012

“NO LO VIERON VENIR”


“NO LO VIERON VENIR”

Sonaba a todo volumen el Don’t You de los Simple Minds, mientras el motor del viejo 850 sport rugía como un condenado por las curvas de la carretera que bordeaba la costa, la cerveza en una mano y mientras Juan cantaba al ritmo de la música, Inés se estaba cambiando de ropa dejando el uniforme escolar a un lado por un bikini y unos short.
Estaban deseando llegar a la playa, disfrutar de nuevo de un día juntos, Inés se abrazo a Juan y le beso suavemente en el cuello al tiempo que le quitaba la cerveza de la mano, la sonrisa de felicidad se dibujaba en sus rostros, él la miro, solo fueron unos segundos, el coche patino con un poco de gravilla, y salió recto en la curva, la suerte no les acompaño y no vieron como el tráiler que venía en dirección contraria se les echo encima, mientras sus ruedas echaban humo por el frenazo.

El teléfono estaba sonando y Carmen secándose las manos con un paño se apresuro a contestar.
-Hola.
-Hola, buenas tardes, doña Carmen Seco por favor.
-Sí, soy yo, ¿quién es?
-Perdone usted doña Carmen, soy Gabriel Gutiérrez, capitán de la Guardia Civil de el Vendrell.- Carmen al escuchar esto se sentó al tiempo que una sensación de angustia le recorría el cuerpo.- ¿Es usted la madre de Inés Sánchez Gutiérrez?
-Sí, si claro, ¿le ha pasado algo mi hija? - pregunto con voz tremulosa mientas agarraba con fuerza el reposabrazos del sillón
-Doña Carmen, su hija ha sufrido un grave accidente, le rogaría que se personase usted aquí tan pronto como le fuese posible.
-Eso es imposible, mi hija está en el colegio, ¿Cómo va a sufrir un accidente estando en el colegio?
-Doña Carmen siento mucho el tener que comunicarle algo tan terrible de esta forma, de verdad que lo siento mucho, la esperare aquí en la comandancia tan pronto como le sea posible.
Carmen se desmorono entre llantos tras escuchar el click al otro lado de la línea.

Los bomberos estaban excarcelando los cuerpos del vehículo bajo el tráiler, el camionero sentado sobre una piedra lloraba mientras le volvía a relatar a un agente lo sucedido, cuando sacaron el cuerpo de la chica, la reconoció al momento, sus gritos alertaron a los agentes y mientras corría a abrazar el cuerpo de la joven gritaba ¡mí niña! ¡mí niña!

César Gorín
17 de junio del 2012

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