“NO LO VIERON VENIR”
Sonaba
a todo volumen el Don’t You de los Simple
Minds, mientras el motor del viejo 850 sport rugía como un condenado por las
curvas de la carretera que bordeaba la costa, la cerveza en una mano y mientras
Juan cantaba al ritmo de la música, Inés se estaba cambiando de ropa dejando el
uniforme escolar a un lado por un bikini y unos short.
Estaban
deseando llegar a la playa, disfrutar de nuevo de un día juntos, Inés se abrazo
a Juan y le beso suavemente en el cuello al tiempo que le quitaba la cerveza de
la mano, la sonrisa de felicidad se dibujaba en sus rostros, él la miro, solo
fueron unos segundos, el coche patino con un poco de gravilla, y salió recto en
la curva, la suerte no les acompaño y no vieron como el tráiler que venía en
dirección contraria se les echo encima, mientras sus ruedas echaban humo por el
frenazo.
El
teléfono estaba sonando y Carmen secándose las manos con un paño se apresuro a
contestar.
-Hola.
-Hola,
buenas tardes, doña Carmen Seco por favor.
-Sí,
soy yo, ¿quién es?
-Perdone
usted doña Carmen, soy Gabriel Gutiérrez, capitán de la Guardia Civil de el
Vendrell.- Carmen al escuchar esto se sentó al tiempo que una sensación de
angustia le recorría el cuerpo.- ¿Es usted la madre de Inés Sánchez Gutiérrez?
-Sí,
si claro, ¿le ha pasado algo mi hija? - pregunto con voz tremulosa mientas
agarraba con fuerza el reposabrazos del sillón
-Doña
Carmen, su hija ha sufrido un grave accidente, le rogaría que se personase
usted aquí tan pronto como le fuese posible.
-Eso
es imposible, mi hija está en el colegio, ¿Cómo va a sufrir un accidente
estando en el colegio?
-Doña
Carmen siento mucho el tener que comunicarle algo tan terrible de esta forma,
de verdad que lo siento mucho, la esperare aquí en la comandancia tan pronto
como le sea posible.
Carmen
se desmorono entre llantos tras escuchar el click al otro lado de la línea.
Los
bomberos estaban excarcelando los cuerpos del vehículo bajo el tráiler, el
camionero sentado sobre una piedra lloraba mientras le volvía a relatar a un
agente lo sucedido, cuando sacaron el cuerpo de la chica, la reconoció al
momento, sus gritos alertaron a los agentes y mientras corría a abrazar el
cuerpo de la joven gritaba ¡mí niña! ¡mí niña!
César Gorín
17 de junio
del 2012
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Prohibida la Reproducción total o parcial,
por cualquier medio, sin la autorización del autor
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